Los niños y adolescentes que hostigan a otros tienen un riesgo mayor de desarrollar problemas académicos y violencia más adelante, en sus vidas. No es raro saber que quienes molestan a otros, muchas veces presentan un bajo rendimiento en sus escuelas. Con el tiempo repiten este patrón en su vida diaria.
Además, los niños o adolescentes que hostigan, y al mismo tiempo son víctimas del hostigamiento, son los que sufren los efectos más graves del bullying y tienen un riesgo mayor de desarrollar problemas mentales y de comportamiento que aquellos que solo son víctimas o victimarios.
Los estudios de investigación muestra que cualquier personas involucada en el bullying -ya sea que hostigue a otros o sea víctima del hostigamiento, o que tenga ambos roles- corre más riesgo de desarrollar depresión.
Los estudios también encontraron que, a diferencia de lo que ocurre con las formas tradicionales de bullying, los jóvenes son víctimas del ciberacoso -por ejemplo, a través de la computadora o el celular- tienen un riesgo mayor de sufrir depresión que los jóvenes que realizan el hostigamiento.
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